La mamografía ha sido, y lo es en la actualidad, la herramienta más eficaz en la lucha por la detección precoz del cáncer de mama. La mamografía es reconocida por todos como el mejor método de detección temprana del cáncer de mama, pero se la acusa de ser radiactiva y de que es necesario apretar con fuerza.

¿Por qué es tan eficaz?

Porque el cáncer de mama es peligroso, pero crece lentamente. Dobla su tamaño cada 250-430 días en el 85% de los casos. Por ello, si realizamos una mamografía al año (360 días) estamos realizando el seguimiento adecuado.

En los últimos dos años se han desarrollado aparatos de mamografía que irradian hasta cinco y seis veces menos que la mamografía de 2010.

¿Por qué hay que comprimir?

Porque se fija la imagen, se comprime el tejido y se ve mejor, reduce la radiación tantas veces como veces se reduce el grosor, y evita repeticiones por movimiento.

¿Cuándo debe realizarse la primera mamografía?

Está demostrada la eficacia del seguimiento anual con mamografía desde los 40 años. Se adelanta a los 35 en las familias en las que la incidencia de casos es notable.

¿Y hasta cuándo?

Muchas mujeres de avanzada edad me lo han preguntado. No hace mucho se determinó que cuando la expectativa de vida sea inferior a siete años. Pero, ¿acaso una mujer de 85 años sabe que no alcanzará los 95?

La mamografía es la mejor metodología en la detección del cáncer de mama entre los 40 y los 90 años. Otros métodos son de gran ayuda, pero todos son menos específicos y menos asequibles.